Friday, 13 July 2012

Enseñanzas del Budismo



La guardia del demonio de Mara Mucho antes de todo ello, Mara, el tentador sobrenatural del budismo, envió a un demonio llamado «Ojo Rojo» para que vigilase el árbol bodhi bajo el que, según la profecía, un bodhisattva aspiraría a la condición de Buda. Durante siglos Ojo Rojo vio pasar a mucha gente por el árbol bodhi sin advertir nada inquietante, pero un día acudió muy agitado a la presencia de Mara, que le preguntó: «¿Qué pasa?» El demonio Ojo Rojo contestó: «Señor, he visto pasar a miles de personas cerca del árbol bodhi sin ver nada de lo que informar, pero ahora hay un hombre que se acerca al árbol con una forma de caminar que me hace creer que cumplirá cuanto se proponga. Cuidado, Majestad, con lo que pueda suceder».

Hoy, hoy, hoy «Camina hacia tu cojín de meditación al igual que caminó el futuro Buda hacia el árbol bodhi, diciendo: "Hoy, hoy, hoy"». THE MIDDLE WAY (REVISTA DE LA BUDDHIST SOCIETY)

Tres tentaciones Mara envió tres tentaciones para frustrar la búsqueda de Siddhartha. La primera fue el deber. «Vuelve a tu reino -conminó a Siddhartha-, que ya has hecho bastante». La segunda fue el placer sensual, en la forma de las tres irresistibles hijas de Mara. Como tampoco funcionaba, Mara mandó a sus hijos, tres demonios que siembran el miedo dentro del corazón humano, y estos atacaron a Siddhartha con terremotos y lluvias de piedras. Las tentaciones de Mara representan los tres grados de emancipación por los que debe pasar el ser humano antes de la liberación: del deber, del deseo sensual y de la protección irracional de sí mismo y del miedo.

La derrota de Mara Al final Mara exclamó: «¡Levántate de este asiento que es mío!» Siddhartha, impertérrito, tendió la mano hasta tocar el suelo, invocándolo como testigo del mérito de sus vidas anteriores, y la tierra tronó: «¡Testifico por el futuro Buda!» Mara había sido derrotado.

La triple comprensión Durante la primera parte de la noche Siddhartha entendió que el sufrimiento tiene causa, y expresó esa comprensión. Durante la parte central de la noche entendió cómo destruir el sufrimiento y expresó esa comprensión. Por último, durante la tercera parte de la noche, describió cómo se alcanza la iluminación «en el mismo momento en que el sol iluminaba el cielo».

La iluminación Después de cuarenta y nueve días de meditación, durante la última parte de la noche Siddhartha despertó, como de un sueño, y estaba iluminado. Según la tradición del norte, al darse cuenta de su condición de Buda exclamó: «¡Qué maravilla! ¡Qué milagro! Todos los seres poseen plenamente la sabiduría y el poder del Tathagata (Buda). Por desgracia, los seres humanos no son conscientes de ello, a causa de la persistencia de sus apegos».

 Clarividencia «Antes de la iluminación todas las cosas del mundo exterior son engañosas y nos confunden. Después de la iluminación lo vemos todo como sombras chinescas, y todas las cosas objetivas pasan a ser amigos útiles». MILAREPA. TÍBET

Inamovible «Como una roca de masa sólida, a la que no afecta el viento, ni las formas visibles, ni los sonidos, ni los olores, ni los sabores, ni las impresiones físicas, ni lo que se desea, ni lo que no se desea, pueden hacer caer a quien se le parezca. Su mente es firme, y la liberación está ganada». ANGUTTARA NIKAYA

. Con el alba En ese momento de la cuarta parte de la noche, al romper el alba, todo lo que se mueve y lo que no se mueve quedó en silencio, y el gran vidente llegó al estadio que no conoce alteraciones... el estadio de la omnisciencia». ASVAGHOSA. INDIA

 La alegría del mundo «Cuando él supo esta verdad como Buda, la tierra osciló cual si estuviera ebria de vino, los cuartos brillaron con la luz de muchos siddhas y en el cielo resonaron poderosos tambores. Soplaron dulcemente suaves brisas, llovió humedad de un cielo despejado y de los árboles cayeron flores y frutas, como si todo fuera en su honor». ASVAGHOSA. INDIA

 En todas partes «En ese momento nadie sucumbió a la ira, ni enfermó, ni experimentó molestia alguna; nadie recurrió al pecado en sus acciones, ni pensó con intemperancia; el mundo se volvió plácido como si hubiera llegado a la perfección». ASVAGHOSA.INDIA

Libertad «Erré a través de la existencia por muchos nacimientos, buscando en vano al constructor de esta casa. El nacimiento repetido es triste. ¡Oh, constructor! Ya se te ve. No erigirás más casas. Se han roto todas tus vigas. Tu parhilera está hecha pedazos. La mente alcanza lo no condicionado. Se ha llegado al final de los anhelos». DHAMMAPADA

 Gratitud Buda pasó siete días contemplando agradecido el árbol bodhi. Después pasó una semana debajo de la higuera de Bengala ajapana, otra bajo el árbol mucalinda y otra bajo el árbol rajayatana. Toda la naturaleza se regocijó y particípó en el esfuerzo de Buda, y en el futuro de su iluminación.

. Victoria eterna «Ningún dios o demonio puede convertir esta victoria en derrota». DHAMMAPADA

 En paz «Mi mente enmudece en una vasta luz sin fin, soledad de gozo y paz mi corazón». SRI AUROBINDO. INDIA

 El mayor guerrero «Aunque un hombre venza mil veces en batalla a otros mil hombres, quien se vence a sí mismo es el mayor guerrero». DHAMMAPADA

 Diálogo con un brahmán
Preguntó a Buda un brahmán:
-¿Eres un dios?
-No, brahmán-dijo Buda.
-¿Eres un mago?
-No, brahmán-dijo Buda.
-Entonces ¿qué eres?
-Alguien despierto.

 Conocer la realidad «El mayor de los hombres es quien conoce la realidad del nirvana, ha destruido las causas del renacimiento y ha roto todas las ataduras». DHAMMAPADA

La reticencia del maestro Al principio Buda era reacio a enseñar lo que había aprendido, creyendo que la gente no lo entendería, pero los dioses Brahma e Indra le pidieron que transmitiese sus descubrimientos, explicando que «aquellos cuyos ojos sólo cubren algo de polvo» sí lo entenderían. A pesar de sus dudas, Buda, recién iluminado, se dejó convencer.

 El primer giro de la rueda Buda se reunió con sus cinco discípulos ascéticos en el parque de los ciervos de Sarnath, donde pronunció su primer sermón ante todos los seres vivos del universo. Los cinco discípulos se dieron cuenta enseguida de que estaban en presencia de un gran ser, de un Buda en toda su plenitud. El sermón de Buda versó sobre el Camino Medio, las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Sendero Óctuple. A veces este sermón recibe el nombre de «primer giro de la rueda del Dharma» y se suele representar con ciervos y una rueda.

 En cabeza Buda enseño durante cuarenta y nueve años. Adoptó el lenguaje de los que querían escucharle, sin distinciones de castas. Entre sus discípulos (muchos, llevados a la liberación) hubo hombres y mujeres, reyes, príncipes e incluso asesinos. Todos eran aceptados y ordenados en las órdenes monásticas.

La nube excelente «Cuando Buda les ayuda a cruzar sanos y salvos el mar del ser ficticio, es un piloto, un guía incomparable para los que han empezado su viaje. Es la nube excelente que vierte la lluvia fresca de la vida con sentido. Es el rey de los médicos, que cura la enfermedad de los tres venenos. Es la lámpara brillante que disipa la oscuridad de la pérdida de la conciencia pura. Es el árbol que cumple los deseos, fuente de la felicidad de todos los seres vivos. Es los rayos incontables del sol de la gran bondad. Es la luna, con su blanca luz de prosperidad y alegría que borra las penas». LONGCHENPA. TÍBET

El camino y el sendero «Por un lado, la entrega a los placeres sensuales, vil, común, vulgar, impura. Por el otro, el tormento infligido a sí mismo, doloroso, impuro, sin provecho. Ambos extremos los ha evitado el Perfecto. Él ha encontrado el Camino Medio, que permite ver y saber, y que lleva a la paz, el buen criterio, la iluminación y el nirvana. Es el Noble Sendero Óctuple, la vía que conduce a la extinción del sufrimiento, es decir: recta comprensión, recto pensamiento, rectas palabras, recta acción corporal, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta atención y recta concentración». DEL CANON PALI

El sermón del fuego Algunos meses después de su iluminación, cuando vivía en Gaya, Buda pronunció el famoso sermón del fuego: «Todo arde. ¿Y qué es el todo que arde? Los fenómenos anticipados por el pensamiento arden de carencia, ira y engaño. Viendo la causa, y detestando el sufrimiento, el discípulo noble queda en calma. Cuando ha pasado la tormenta, el discípulo sabe que ya no es necesario padecer el caos». ADITTAPARIYAYA SUTTA

 Muerte de Buda El herrero Chunda regaló una fuente de comida a Buda, que a la sazón tenía ochenta años. Sospechando que era peligrosa, Buda pidió que sólo se la sirvieran a él y enterraran el resto. Poco después de comerla, enfermó. Consciente de que se aproximaba la hora de su muerte, se acostó del lado derecho con la cabeza hacia el norte.

 Última enseñanza Las últimas palabras de Buda fueron: <b>«Nada compuesto es permanente. Persistid con atención».
</b>
El último viaje Según el Digha Nikaya, a su muerte Buda alcanzó los cuatro niveles de la concentración meditativa e ingresó en la esfera del espacio infinito, seguida por las esferas de la conciencia infinita, la nada y lo que no es percepción ni no percepción. Por último llegó al final del sentir y el percibir, el Parinirvana (nirvana final).

Liberación «La moralidad, la concentración, la sabiduría y la liberación final. Todas estas cosas gloriosas llegó a conocerlas Gautama. A sus monjes les enseñó a conocer el Dharma que él penetraba. Aquél cuya visión puso fin a las tribulaciones se ha ido al nirvana final

Impersonalidad «Existe el mero sufrimiento, y no se encuentra a quien sufre; los actos son, pero no hay quien actúe; el nirvana es, pero no el hombre que accede a él; el camino es, pero en él no se ven caminantes». BUDA

 Causalidad «La cadena de doce eslabones de la causalidad representa los estados de la mente y del corazón provocados por los Tres Fuegos del deseo, la ira y el engaño. Estas pasiones, que en realidad son impersonales, pueden arrastrarnos a causa de nuestro apego y de la ilusión del "yo". En último término, este proceso desemboca en el sufrimiento y el renacimiento. Es lo que expresan los Tres Signos del Ser: el sufrimiento, la no permanencia y el no-yo. Sin embargo, no existe ningún estado permanente, ni siquiera el más doloroso o placentero. La práctica puede llevarnos a la auténtica liberación del sufrimiento en el nirvana, el estado no condicionado, donde ya no hay un "yo" que se apegue, sufra o se deje arrastrar». THE MIDDLE WAY (REVISTA DE LA BUDDHIST SOCIETY)

. La cadena de doce eslabones La Rueda de la Vida ilustra los seis reinos de la existencia, el cautiverio de los seres sensibles en ciclos sin fin. Es una imagen que sintetiza todas las formas de vida posibles. Las seis partes representan los seis ámbitos de renacimiento que aparecen en el Libro Tibetano de los Muertos. El borde de la rueda contiene doce pequeñas imágenes que simbolizan la cadena de la causalidad, con sus doce eslabones. Yama, el Señor de la Muerte, aparece sujetando la rueda. El objetivo final es acabar con el ciclo del renacimiento. En tanto que transformador, Yama encarna lo transitorio del proceso.

 Los tres fuegos El deseo, la ira y el engaño son fuerzas negativas, pero tambien representan la energía y majestad de la naturaleza-buda en su estado elemental. La práctica del budismo consiste en tomar conciencia de estas pasiones y calmarlas hasta que se transformen en alegría, calidez, generosidad, energía y sabiduría. Una vez que nos hayamos familiarizado con estas fuerzas, podremos encauzarlas y transformarlas.

 Los tres signos del ser Buda dijo que todo lo que vive comparte tres características: el sufrimiento (dukka), la no permanencia (anicca) y el no-yo o ausencia de yo o de alma (anatta)

 Estados y reinos Las seis divisiones de la Rueda de la Vida simbolizan los estados del ser en el samsara, el mundo del renacimiento. Son, desde arriba y en el sentido de las agujas del reloj, los Reinos Celestes, los Demonios Luchadores, los Fantasmas Hambrientos, los Infiernos, el Reino de los Animales y el Reino Humano. La liberación sólo es posible desde este último.

El centro de la rueda En el corazón dinámico de la rueda de la vida aparecen una serpiente, un gallo y un cerdo, que se comen o vomitan mutuamente. Estos animales simbolizan respectivamente el odio, la codicia y la ignorancia.

Una sola cosa «Yo enseño una sola cosa: el sufrimiento y el final del sufrimiento». BUDA (ANURUDDHA SUTTA)

La Primera Noble Verdad El sufrimiento existe, y todos los estados de los seres son esencialmente insatisfactorios.

 Sufrimiento por doquier «Esta es la Noble Verdad del sufrimiento. Nacer es sufrimiento, envejecer es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, la unión con lo desagradable es sufrimiento, la separación de lo agradable es sufrimiento, no obtener lo que se quiere es sufrimiento». DHAMMACAKKAPPAVATTANA SUTTA

 Al interior «Todo posee una naturaleza ilusoria y efímera. Los que tienen una percepción dualista ven el sufrimiento como felicidad. Son como los que lamen miel del filo de una navaja. ¡Qué lástima dan los que se aferran a la realidad concreta! Volcad vuestra atención al interior, amigos» NYOSHUH KHEN RIMPOCHE. TÍBET

La Segunda Noble Verdad Todo sufrimiento y renacimiento tienen como causa el anhelo de existencia, de no existencia o de placer.

 Nunca libres «Aunque idealicemos la libertad, en lo que toca a nuestras costumbres estamos totalmente esclavizados». SOGYAL RIMPOCHE. TÍBET

 Inútil «El que ha conseguido lo que quiere no suele ser feliz, ya que descubre, por lo general, que en esta tierra de deseos que nunca pueden colmarse del todo el camino no lleva muy lejos». JOSEPH CONRAD. POLONIA/INGLATERRA

El río del ansia «Como un río que cuando está crecido inunda pueblos, barrios, ciudades y países, el ansia fluye constantemente por la reexistencia y la reconversión. Como el combustible que mantiene el fuego, el combustible del ansia mantiene el fuego de la existencia. [...] Hace y rehace el mundo. El renacimiento depende de los deseos de la vida. Es la fuerza motivadora que hay detrás de la existencia presente, pero también de cualquier existencia pasada y futura». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

La Tercera Noble Verdad La extinción del deseo pondrá fin al sufrimiento y al renacimiento.

Sin poder real «Enemigos como el ansia y el odio no tienen brazos, piernas ni demás. No son valientes ni sabios. ¿Cómo pueden haberme esclavizado?». SANTIDEVA. INDIA

La Cuarta Noble Verdad Existe una manera de renunciar a la constante agitación del deseo: el Noble Sendero Óctuple.

Enfermedad y cura «La verdad del sufrimiento es comparable a una enfermedad, la verdad del origen del sufrimiento a la causa de la enfermedad, la verdad de la extinción del sufrimiento a la cura de la enfermedad, y la verdad del Sendero a la medicina». VISUDDHIMAGGA

La ayuda del cirujano «Buda es el médico incomparable, el cirujano supremo. Es un sanador sin rival». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

 Causa y efecto «La felicidad que deseamos y el sufrimiento que rechazamos son el resultado de una serie de causas y condicionantes. Las Cuatro Nobles Verdades versan sobre la comprensión de este mecanismo causal del sufrimiento y la felicidad». SU SANTIDAD EL 14º DALAI LAMa

El camino de la liberación Según Buda, el Noble Sendero Óctupe no es fácil de recorrer. Exige recta visión, recto pensamiento, rectas palabras, recta acción, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta atención y recta concentración.

La tela del Sendero El Noble Sendero Óctuple también puede representarse como una rueda, o como una tela, al igual que la vida: con pliegues, pero de una sola pieza. Atañe a todo lo que hacemos, todo lo que pensamos y todo lo que somos. Al dar forma a nuestras vidas con percepciones, pensamientos, palabras y actos, determinamos la naturaleza de cada vida nuestra, con consecuencias buenas o malas.

 Distintos elementos La recta visión y el recto pensamiento están considerados como el elemento de «sabiduría» del Noble Sendero Óctuple. Los siguientes tres elementos -rectas palabras, rectas acciones y rectos medios de vida- guardan relación con la moralidad o el «comportamiento disciplinado». Los últimos tres elementos -recto esfuerzo, recta atención y recta concentración- pertenecen a la meditación. La auténtica expresión del Noble Sendero Óctuple es ver el mundo tal como es (sabiduría), actuar de acuerdo con la situación real en todo momento (moralidad) y estar centrado en lo que se hace en cada momento (meditación).

79. Recta visión Nuestra manera de percibir las cosas condiciona nuestros actos. El resultado de nuestras acciones puede ser neutro, feliz o doloroso. La recta visión es comprenderlo a fondo.

Recto pensamiento Si vemos el mundo tal como es, nuestros pensamientos lo reflejarán. Pero estamos llenos de ideas sobre el «debería», el «tiene que » y el «convendría», e intentamos que el mundo cuadre con nuestra visión individual de la realidad. También somos intransigentes, y sentimos rencor. La consecuencia son pensamientos airados o codiciosos.

Rectas palabras Si en nuestro modo de hablar los unos con los otros conseguimos ser a la vez sobrios y sinceros, nuestra propensión natural a coger lo que queremos de la vida no se apoderará de nosotros con consecuencias nefastas.

Recta acción Si vemos el mundo tal como es, y así se refleja en nuestros pensamientos y palabras, habrá armonía en nuestros actos. Pero al sentir nuestro vacío espiritual e intentar colmarlo con cosas externas, nuestras acciones, lejos de ser desapasionadas, se ven distorsionadas por emociones como la ira y el deseo.

Rectos medios de vida Si evitamos colmar el vacío espiritual con palabras, acciones y trabajo, podremos elegir un trabajo que satisfaga al corazón, lo cual potenciará la armonía social y dejaremos de tomarnos demasiado en serio.

Estar presente Los elementos meditativos del Noble Sendero Óctuple (esfuerzo, atención y concentración) apuntan a una práctica que con el tiempo elimina el sentido del «yo »y de lo «mío», fuente de todos nuestros sufrimientos. La práctica budista permite transformar las emociones negativas en calor, energía y la irradiación de la conciencia.

Recto esfuerzo Cultivar el recto esfuerzo nos ayuda a entregarnos enérgicamente a cada nuevo día, por difícil que sea, y a no arredrarnos ante los retos de la vida.

Recta atención Sin atención es imposible la práctica budista. ¿Cómo podríamos familiarizarnos con la vida interior y abrirnos a nuestro entorno?

recta concentración La práctica de la meditación nos ayuda a alcanzar el silencio interior. De ese modo tomamos conciencia de nuestros cuerpos, sensaciones, percepciones y pensamientos. Con esta familiarización empieza la práctica.

Cómo hay que ser «El que es tolerante como la tierra, firme como una columna y claro como un lago de montaña nunca renacerá». DHAMMAPADA

La parábola de los peregrinos Al llegar a la orilla de un río, dos monjes peregrinos vieron a una joven muy bien vestida que no sabía qué hacer porque el río bajaba crecido y no quería mojarse la ropa. Uno de los monjes cargó sin más con ella y al llegar al otro lado la dejó en el suelo. Los dos monjes siguieron su camino. Después de un rato, el otro monje dijo bruscamente: «No puede estar bien tocar a una mujer. Tener contacto estrecho con mujeres va contra nuestros votos. ¿Cómo puedes infringir los preceptos monacales?». El monje que había transportado a la joven no decía nada, pero al final, en vista de que su compañero no se cansaba de perorar sobre lo mismo, comentó: «Yo la he dejado en el río, pero tú aún la llevas encima».

Claridad interna «La recta comprensión consiste en entender las cosas como son, no como parecen. Significa examinarse y observarse a sí mismo». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

Apartar el pensamiento «Y yo os digo que este nacimiento (de dios realizado en el alma) no se puede experimentar sin un grandísimo esfuerzo. Este nacimiento no se puede alcanzar sin apartar completamente el pensamiento de las cosas». MAESTRO ECKHART

Una necesidad de nuestra época «La recta comprensión es más necesaria que en ningua otra época para guiar a la humanidad a través de la confusión de la vida». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

Muchos vehículos Yana es una palabra sánscrita con un amplio abanico de significados, uno de los cuales es «vehículo». La palabra «Mahayana», nombre en sánscrito de la tradición budista del norte, se puede traducir como «Gran Vehículo», e «Hinayana» (la tradición Theravada, propia del sur) como «Pequeño Vehículo». El término yana recoge la metáfora de la práctica espiritual budista como un camino o un viaje: el «vehículo» lleva al iniciado por el «camino» elegido. En el Sutra del Loto, Buda dice: «Sólo hay un vehículo (Ekayana), el vehículo Buda (Buddhayana), el camino de Buda».

Hacia la seguridad «He aquí el refugio seguro, el refugio definitivo; acogiéndonos a este refugio en verdad que somos libres de cualquier sufrimiento». DHAMMAPADA

Aprehender «El hombre que ignora el principio de la agitación en todas las cosas, la naturaleza intrínseca del sufrimiento, se disgusta ante las vicisitudes de la vida, porque no ha enseñado a su mente a ver las cosas como son de verdad». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

Responsabilizarse «Por nosotros se hace el mal, y por nosotros sufrimos. Por nosotros se deja sin hacer el mal, y por nosotros nos purificamos. La pureza y la impureza son de incumbencia personal. Nadie puede purificar a otra persona». DHAMMAPADA

Impermeable «Como la lluvia no entra en una casa bien techada, así no entra el ansia en una mente bien entrenada». DHAMMAPADA

Todo es mental «El descubrimiento del budismo, que sigue siendo revolucionario, es que la vida y la muerte sólo están en el pensamiento. El pensamiento aparece como la base universal de la experiencia». SOGYAL RIMPOCHE. TÍBET

La gran ley Buda no enseñó que el universo lo hubiera creado un dios, sino que habló de una gran ley (el Dharma) que impregna todo lo existente. Viviendo de acuerdo con esta ley, y soportando el sufrimiento sin huir de él, podemos conquistar la auténtica sabiduría y la auténtica compasión, es decir, la liberación definitiva del sufrimiento.

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Dos palabras, dos sentidos La palabra que designa las enseñanzas budistas es Dharma en sánscrito y Dhamma en pali. El Dharma o Dhamma no abarca sólo las enseñanzas, sino la ley universal inherente a todas las cosas, y que les da su forma. En minúscula, dharma y dhamma indican los elementos mínimos de la existencia que componen un momento de conciencia, como el calor de una habitación, los ruidos de fondo, el regusto de la naranja que se acaba de comer, el olor del incienso y lo que se piensa. Todos estos datos son dharmas o dhammas. Están sometidos a un movimiento continuo y palpitante, en el que unos empiezan a ser y otros dejan de ser, aunque nosotros los experimentemos como una realidad continua.

El «Dhammapada» Traducido como «Camino del Dharma», el Dhammapada, que contiene respuestas a preguntas hechas a Buda en forma de 423 versículos divididos en 23 categorías, ha sido descrito muchas veces como la Biblia budista. Se trata de una parte muy popular del Tripitaka, el canon budista de escrituras, y está considerado como uno de los textos más importantes de la literatura theravada. La versión más conocida es la pali.
 Cómo estudiar «Es importante adoptar una actitud correcta ante las enseñanzas que se nos imparten. Si el objetivo con el que se escucha es obtener ventajas materiales, o reputación, no se está estudiando el Dharma como es debido. Nuestro objetivo tampoco debería ser mejorar nuestro próximo renacimiento o una liberación exclusivamente personal del samsara. Escuchemos lo que se nos enseña con el firme empeño de llegar al estado de la omnisciencia por el bien de todos los seres». SU SANTIDAD EL 14º DALAI LAMA. TÍBET
La rueda del Dharma La Rueda de Ocho Radios simboliza las enseñanzas de Buda. Los ocho radios simbolizan los elementos del Noble Sendero Óctuple. El remolino del centro representa las tres joyas: Buda, el Dharma y la Sangha (la comunidad espiritual budista). La rueda también puede estar dividida en tres partes, en representación de sendos aspectos de la práctica. El centro simboliza la moralidad; los radios, la sabiduría, y el borde, la concentración.

El primer signo del ser El dukkha (sufrimiento) entraña apego a los seres queridos, a nuestro cuerpo y especialmente a nuestros ideales, así como la condición generalmente insatisfactoria y pasajera de la vida. Como es lógico, los budistas no creen que la vida sólo sea sufrimiento, pero sí que no puede ser únicamente gozo, porque todo es transitorio. Incluso en la vida más feliz hay sufrimiento, y el cambio es inevitable.

El segundo signo del ser Vivimos en un universo en estado constante de fluctuación. Es el annica. Nada dura siquiera un momento. Nada de lo que podamos coger o tocar es inmutable. Nosotros, sin embargo, tratamos de abstraernos de este movimiento continuo e implacable, y hasta de combatirlo, en vez de fluir suavemente con la naturaleza de las cosas.

El tercer signo del ser El "no yo" (anatta) hace referencia a nuestro apego a cualidades y características que concebimos como una unidad: "yo". Nos identificamos con nuestras opiniones sobre el mundo tal como es y tal como debería ser. En muchos casos, la infelicidad humana nace de que la gente defiende su sistema de creencias o ataca el de los demás, cuando lo cierto es que son simples ideas y pensamientos, y que formamos una sola familia, la humana. El miedo a lo desconocido y el "yo" son dos caras de la misma moneda.

Todo pasa «Así debes considerar este mundo pasajero: como una burbuja en un arroyo, un relámpago en una nube de verano, una lámpara que parpadea, un fantasma, un sueño». SUTRA DEL DIAMANTE

Unidad imaginaria Una carreta (o un coche) se pueden desmontar en varias piezas básicas: los ejes, las ruedas, el bastidor, las tablas, etc. Del mismo modo, la combinación de varios elementos (skandhas) (el cuerpo, las sensaciones, la percepción, la volición y la conciencia) es lo que da origen al falso sentido de un "yo" permanente.

Reconocer el "yo" «Cuando nos acaloramos por algo, cuando nos cohibimos, cuando nos tomamos demasiado en serio, o cuando nos ponemos de mal humor sin poderlo evitar, está presente el "yo". Cultivar la conciencia, decir sí a la vida y mantenerse "en forma" despejan la ilusión del "yo" y nos permiten prescindir de ella». THE MIDDLE WAY (REVISTA DE LA BUDDHIST SOCIETY)

El triratna Las Tres Joyas (triratna) son los principios nucleares de la vida budista: fe en Buda, en el Dharma y en la Sangha (la comunidad del budismo). En la tradición mahayana, la Sangha incluye a los budistas legos y a la gente normal, mientras que la tradición theravada la restringe a los monjes y las monjas.

Refugios «Me refugio en Buda; me refugio en el Dharma; me refugio en la Sangha. Me refugio en Buda, el más venerable; me refugio en el Dharma, venerable en su pureza; me refugio en la Sangha, venerable en su armonía. Me he refugiado en Buda; me he refugiado en el Dharma; me he refugiado en la Sangha. El verdadero Tathagata de iluminación perfecta y completa. Por eso tengo fe en él como mi gran Señor, y a él recurriré como maestro, sin seguir a demonios malignos ni otros caminos. Por compasión, por compasión, por gran compasión». "LOS TRES REFUGIOS", CANTO MATINAL COMÚN A TODAS LAS ESCUELAS

No son dos «Amigos, mi enseñanza del Dharma se basa en la meditación y la sabiduría. No digáis en ningún caso que la meditación se diferencia de la sabiduría. No son dos cosas, sino una unidad. La meditación es la esencia de la sabiduría, y la sabiduría es la función de la meditación». HUI-NENG. CHINA

Enseñanzas perennes «El mundo entero está lleno de peligros. El mundo entero tiembla, pero el Dharma que predican los budas para alcanzar el objetivo final... es inamovible e inquebrantable». MAHAVASTU

Un solo sabor «Como el inmenso mar, que sólo tiene un sabor (el de la sal), el Dhamma tiene un solo sabor, el de la libertad». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

La tortuga ciega Hay una historia de un sutra budista que ilustra lo que tiene de afortunado un nacimiento humano. Una tortuga ciega vive en las profundidades de un gran mar, y sólo sube cada cien años a la superficie, donde hay un yugo de oro. Es más fácil que la tortuga meta la cabeza en el yugo que el que un ser prisionero del ciclo del renacimiento nazca como un ser humano que entra en contacto con las enseñanzas de Buda. El nacimiento humano es una gema rara, y de valor incalculable, porque la única forma de hallar el camino de la liberación es como ser humano.
Demasiado «A veces, si vemos reflejadas demasiadas verdades a la vez sobre nosotros mismos en el maestro o en las enseñanzas, nos cuesta demasiado aceptarlas, nos da demasiado miedo reconocerlas o nos duele demasiado aceptar que son la realidad; y cuando nos cuesta demasiado reconocer determinadas cosas de nosotros mismos, solemos proyectarlas en las personas que más nos ayudan y quieren; nuestro maestro, las enseñanzas, nuestro padre o madre o nuestro mejor amigo». SOGYAL RIMPOCHE. TÍBET

Dejando la balsa Buda comparó sus enseñanzas con una balsa que nos permite cruzar las aguas turbulentas del samsara y llegar a la otra orilla, donde podemos encontrar el nirvana. Al llegar al otro lado debejos dejar atrás la teoría del budismo (como la balsa de verdad, que sería tonto llevarnos) y confiar en nuestros propios recursos.



Thursday, 12 July 2012

Citas de Sawaki Roshi: La actitud en zazen

Citas de Sawaki Roshi: Sawaki Roshi in zazen. Practicar zazen es como un tigre volviendo a penetrar en las montañas. Como un dragón sumergiéndose de nuevo en el agua. Zazen debe practicarse con una mente fresca y clara. Tu práctica de zazen debe centrarse en el pensamiento: “si no encuentro la liberación en esta vida, ¡¿entonces cuando?!” Si tu cuerpo y mente se disuelven en zazen, no desperdiciarás un minuto, ni siquiera un segundo de tu vida. ¿Para qué es bueno zazen? ¡Absolutamente para nada! Este “bueno para nada” tiene que penetrarte hasta los huesos hasta que de verdad practiques lo que es realmente bueno para nada. Hasta entonces, tu zazen es simplemente bueno para nada. Zazen es insatisfactorio. ¿Insatisfactorio para quién? Para la persona ordinaria. La gente nunca está satisfecha.
Insatisfactorio: simplemente practicando zazen. Insatisfactorio: comprendiendo zazen con este cuerpo. Insatisfactorio: empapándote de zazen hasta los huesos. Zazen es como un termómetro en el que la temperatura aumenta lentamente, “un poco más, ¡si!, ¡eso es!, ¡ahora tengo el satori!”. Zazen nunca será algo especial, no importa cuanto practiques. Si se convierte en algo especial es que te falta un tornillo. No practicamos para conseguir el satori. Es satori que impulsa nuestra práctica. Practicamos arrastrados por satori. No eres tu quien busca la vía, la vía te busca a ti. Zazen significa solo sentarse sin ni siquiera pensar en convertirse en Buda. Cuando te sientes en zazen, alcanzas la vía sin pensar en alcanzar la vía. En el mundo podrás encontrar toda clase de recompensas, pero ¿hay alguna recompensa que pueda hacerte más feliz que poner el trasero en el cojín y tener el privilegio de practicar zazen? Cuando practicas zazen, renuévate completamente. Tiene que ser aquí y ahora, tiene que ser sobre ti. No dejes que el Zen se convierta en un rumor que nada tiene que ver contigo. Zazen es el buda que formamos con nuestra carne cruda. Solo sentarse (shikantaza) es la mejor cosa que podemos hacer con la carne cruda de una persona ordinaria. El carácter Chino de “cadera”, está compuesto por el carácter “carne” a la izquierda y “esencial” a la derecha. En zazen, desde el principio, es esencial que las caderas queden firmemente ancladas al cojín. En zazen, las caderas se enraízan en la tierra, y la corinilla atraviesa el cielo. Come para hacer zazen, duerme para hacer zazen. Esto quiere decir que comer y dormir son también parte de zazen.
En nuestra práctica no hay adoración a nada más que a zazen. Por que es zazen lo que nos salva a nosotros, seres que sufren, reformando nuestra carne cruda y haciéndonos practicar. Zazen significa poner en práctica lo que no se puede pensar con el pensamiento. Es el interruptor del dharma que enciende todo el universo. Solo haciéndolo quiere decir practicando lo que llena el universo entero, entregándonos a ello completamente, en cada momento, en cada actividad. Simplemente hacer algo significa hacerlo ahora, en este punto. Significa no malgastar el tiempo que tienes en la vida. A menudo la gente me pregunta cuántos años tienen que practicar zazen antes de que muestre resultados. Yo digo que zazen no tiene resultados. No vas a conseguir nada con zazen. Y algunos entonces dicen, en ese caso, prefiero dejar zazen… Pero ¿y para qué es bueno estar corriendo por todas partes buscando satisfacción? ¿Para qué es bueno jugar? ¿Y bailar? ¿Para qué es bueno conseguir ganar o perder un partido de baseball? ¡Todo esto es bueno absolutamente para nada! Es por eso que nada es tan sensato como sentarte en zazen silenciosamente. Que algo es bueno para nada, quiere decir vulgarmente que no tiene beneficio económico. Zazen en una postura madura, una actitud madura, no infantil. Sean como sean tus experiencias, místicas o extrañas, no van a durar toda la vida. Tarde o temprano volverán a desaparecer. Todo el mundo cree que tiene que añadir algo a zazen. No tienes que añadir nada. Está bien como es. No tienes que hacer tonterías con él.
Si hay, aunque sea un poco, de individualidad, no es puro, es zazen adulterado. Tenemos que practicar un zazen puro y no adulterado. Sin mezclarlo con gimnasia ni satori ni nada. Cuando traemos nuestras ideas personales – aunque sea solo un poco – ya no es buda-dharma. Ser observado por zazen, guiados por zazen, bloqueados por zazen, arrastrados por zazen, cada día llorando lágrimas de sangre – ¿no es esa la vida más feliz que puedes imaginar?

Tuesday, 10 July 2012

Abrir la mano del pensamiento de Kosho Uchiyama (extracto del Libro)

“Si deseáis arrepentiros, sentaos en Zazen y contemplad la verdadera naturaleza de las cosas”. Todos nosotros conocemos el sentimiento de culpabilidad por algo que ha sucedido. El sentimiento de sentirse responsable por algo que ha ocurrido en nuestra vida y que nos duele porque pensamos que si se hubiesen dado las cosas de otra manera, si hubiésemos sido capaces de ser mas concientes, tal vez esta herida hoy no seria tan profunda, no hubiésemos dañado a otras personas o no hubiese dejado tales cicatrices en nuestro interior. El arrepentimiento. Siempre un estado donde la melancolía y el dolor están acompañadas por la reflexión. Un sentimiento que expresa nuestra comprensión sobre el bien y el mal y que muchas veces después de un proceso de luto y de tristeza nos conduce a la apertura de nuestro interior. Esta apertura del interior muchas veces se expresa por medio del propósito de que lo ocurrido no vuelva a ocurrir. Nos replanteamos lo ocurrido y nos distanciamos de lo que nuestra conciencia nos indica que esta mal en dirección hacia lo que pensamos que esta bien. Siendo así, nuestro arrepentimiento individual esta estrechamente ligado también al contexto religioso social al que pertenecemos. Dependiendo de nuestra creencia el arrepentimiento puede ser expresado de diferentes maneras, sea en forma del cumplimiento de una penitencia, un servicio hacia la comunidad o desistiendo voluntariamente a algo de modo de que nos volvamos a reconciliar con nuestra conciencia o nuestra creencia. En el Budismo el arrepentimiento comienza por el reconocimiento del carácter nocivo de los hechos, del habla, del pensamiento o de la intención que se encuentra detrás. Pero este reconocimiento va más allá de conceptos éticos o morales fruto de nuestra conciencia individual o colectiva. Esto porque cuando el arrepentimiento se basa en lo que la moral establecida o en la conciencia dicen, hay una separación entre el sujeto y el objeto. El objeto que dictamina los códigos de moral y un sujeto que se siente culpable por haber infringido contra estos códigos. Al ser el budismo una religión de la no dualidad el Budismo enfoca más bien en la fuerza de reflexión y reorientación que implica el arrepentimiento poniendo especial atención en lo que está antes de esta división entre “tú” y “yo”. Ósea que la forma más directa de practicar el arrepentimiento es a través de Zazen, dado que durante Zazen reconocemos tanto el Karma del habla como del pensamiento y de la acción y por lo tanto podemos despertar a nuestra ilusión. En este sentido en „Abrir la mano del pensamiento“ (1) el maestro Kosho Uchiyama dice: „Arrepentirse de verdad, no significa ofrecer excusas. El arrepentimiento requiere pararse frente al Absoluto y permitir que la luz del Absoluto nos ilumine. ¿Qué significa ser iluminado por la luz del Absoluto? En el Samantabhadra bodhisattva Dhyana Sutra encontramos: “Si deseáis arrepentiros, sentaos en Zazen y contemplad la verdadera naturaleza de todas las cosas” Al hacer Zazen el auténtico arrepentimiento se manifiesta. Aquellos que practicamos Zazen hacemos este voto y lo sostenemos como la dirección de nuestra vida. Al mismo tiempo regresamos a Zazen arrepentidos por no poder realizarlo. Vivir en función del voto y del arrepentimiento y ser vigilados, protegidos y fortalecidos por Zazen constituye la vida religiosa del practicante budista. Donde no existe el voto perdemos de vista el progreso; donde no hay arrepentimiento nos extraviamos del camino. El voto nos fortalece, el arrepentimiento aplasta del todo nuestra arrogancia. Esta es la postura de una actitud religiosa vital“. De esta manera se comprende que el Arrepentimiento en nuestra práctica va mucho más allá de cualquier moralidad. El momento de reflexión que contiene el arrepentimiento se convierte en la Vía hacia lo absoluto, hecho que se fortalece con la toma de los votos que permite crear un lazo vivo con la enseñanza de Buda: De todo el mal karma pasado Surgido de la codicia, el odio y la confusión sin comienzo. Producido a través del cuerpo, la palabra y la consciencia, Me confieso y me arrepiento ahora. (1) De: Kosho Uchiyama: Abrir la mano del pensamiento - Fundamentos de la práctica del budismo Zen. Editorial Kairós, Barcelona 2009.

Friday, 6 July 2012

Taisen Deshimaru - Maka Hannya Haramita Shingyo (Sutra del corazon)





Maka Hannya Haramita Shingyo
Kan ji zai bo za tsu
Gyo jin han ya ha ra mi ta
Ji sho ken go on kai ku
Do i sai ku
Yaku sha ri shi

Shiki fu i ku
Ku fu i shiki
Shiki soku ze ku
Ku soku ze shiki
Ju so gyo shiki

Yaku bu nyo ze
Sha ri shi
Ze sho ho ku so
Fu sho fu metsu
Fu ku fu jo
Fu zo fu gen

Ze ko ku chu
Mu shiki mu ju so gyo shiki
Mu gen ni bi ze shin i
Mu shiki sho ko mi soku ho
Mu gen kai nai shi mu i shiki kai
Mu mu myo yaku mu mu myo jin
Nai shi mu ro shi yaku mu ro shi jin
Mu ku shu metsu do mu chi yaku mu toku i

Mu sho toku ko bo dai sa ta e
Han ya ha ra mi ta ko
Shin mu ke ge mu ke ge ko
Mu u ku fu on ri i sai ten do mu so ku gyo ne

Han san ze sho butso e
Han ya ha ra mi ta ko
Toku a noku ta ra san myaku san bo dai
Ko chi han ya ha ra mi ta
Ze dai jin shu ze dai myo shu
Ze mu jo shu ze mu to do shu
No jo i sai ku shin jitsu fu ko
Ko setsu han ya ha ra mi ta shu
Soku setsu shu watsu

Gya tei gya tei
Ha ra gya tei
Hara so gya tei
Bo ji so wa ka

Hannya Shingyo

La traduccion al espanol del sutra del corazon fue publicadaen este blog puedes encontrarlaen el siguiente link: http://laserpienteenelparaiso.blogspot.co.uk/2011/12/prajnaparamita-sutra-del-corazon.html

Tuesday, 3 July 2012

Ikkyu: espiritu indomable




 



Ikkyu era excéntrico. Además, iconoclasta. Además de además, sacerdote del Budismo Zen. Y , razón por la cual se encuentra aquí, poeta.

Nacido en el año 1394 en un pequeño suburbio de Kyoto, fue hijo ilegítimo del Emperador Go-Komatsu. Por ello su madre fue forzada a trasladarse a Saga –Japón- donde Ikkyu creció bajo el cuidado de los criados. A la edad de cinco años, lo separaron de su madre para enrolarlo como monje en el templo de Rinzai Zen, Ankokuji .Ahí el maestro principal le enseño cultura china y lenguaje, como parte del curriculum perteneciente al método Gozan Zen.

Cuando tuvo trece años, entro a estudiar Zen en Kennin-ji, Kyoto, bajo la tutela del un reconocido sacerdote de nombre Botetsu. Según se sabe, en Kennin-ji Ikkyu comenzó a escribir poesía no tradicional. Debido a esto, fue abiertamente criticado por quienes se encontraban a cargo de Kennin-ji y se sintió tan  abatido que se mostró mordaz con el estrato social representado por Botetsu y su templo así como con las carencias en las practicas del zazen que había visto a su alrededor.

En cierta oportunidad se lo señaló  para estar al frente de los sacerdotes del gran templo de Kyoto, pero rechazó el cargo después de nueve días, y pasó a denunciar la hipocresía que veía en los monjes. En una famosa línea de uno de sus poemas, le indica a quienes simpatizaban con él que podían encontrarlo en el prostíbulo local.




Odio el Incienso

El trabajo de un maestro no puede ser medido
Aunque sacuda como los sacerdotes sus lenguas explicando el “Camino” y murmurando acerca del “Zen.”
A este viejo monje nunca le importó la falsa piedad
Y delante de Buda mi nariz se arruga por el oscuro aroma del incienso.


 
Un pescador

Estudiar los textos y meditar duramente puede hacer que pierdas tu Mente Original
Una solitaria tonada de un pescador puede ser un tesoro invalorable.
La lluvia del crepúsculo en el río, la luna atisbando desde dentro y fuera de las nubes;
Elegante más allá de cualquier palabra, él canta sus canciones noche tras noche





Mi Cobertizo

El mundo delante de mis ojos es igual que yo: gastado y descolorido.
La tierra es decrépita, el cielo tormentoso y toda la hierba blanquecina.
Aun la brisa primaveral no ha sido ése dato tardío
Sólo las nubes del invierno engulleron mi minúscula choza de caña



 
 
Una Comida de Pulpo Fresco

Cantidades de brazos, igual que la Diosa Kannon:
Aderezado con cidra, sacrificado por mí,¡ lo reverencio!
El gusto del mar es divino y
Lo siento Buda, este es otro precepto que no puedo mantener.
Exhausto con el placer gay, abrazo a mi esposa.
El estrecho sendero del ascetismo no es para mí:
Mi mente corre en dirección opuesta.




 


Es Fácil Ser Parlanchín con el Zen

 --Sólo tengo que mantener mi boca cerrada
y contar con dar amor a lo largo del día.
Es agradable echar una ojeada al baño de la señora--
Refregás tu floreciente cara y limpias tu amado cuerpo
Mientras  este viejo monje sentado en el agua caliente
¡Se siente aun mas bendecido que el emperador de China! 






A Lady Mori con Profunda Gratitud y Agradecimiento

El árbol estaba estéril de hojas pero  trajiste una nueva primavera.
Largos brotes verdes, inocentes flores, promesa fresca.
Mori*, si yo olvido mi profunda gratitud hacia vos
Dejáme arder por siempre en el infierno.

  *(Mori fue una cantante ciega. Y joven  querida de Ikkyu.)